Una de las procesiones litúrgicas más originales que se celebraban antiguamente en Montefrío es la Procesión de los Recaícos. Esta procesión tenía lugar el Viernes Santo a las 12 de la mañana con las imágenes del Señor con la Cruz, San Juan y la Dolorosa.
Las tres imágenes eran colocadas en extremos diferentes de la Plaza Alta. La imagen de San Juan, llevada siempre por los costaleros más jóvenes y vigorosos, marchaba a paso acelerado hacía el lugar en el que se ubicaba la imagen del Señor. Al llegar, ambos imágenes se acercaban simulando conversación. A continuación la imagen de San Juan era llevada corriendo al encuentro con la Virgen, aproximándose a ésta para contarle el “recaíco” de haber visto al Señor con la cruz camino del Calvario, acudiendo ambas a encontrarse con el Señor.
Seguidamente las tres imágenes, con el Señor a la cabeza, eran conducidas en desfiles procesional hasta que se encerraban en la Iglesia de la Encarnación.
La costumbre de realizar esta procesión se perdió en Montefrío durante años, a pesar de formar parte de los recuerdos más entrañables de los mayores del pueblo, pero está prevista su recuperación por las nuevas cofradías formadas en el pueblo que ya saldrán a procesionar este año.
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